Con vigilias y otras manifestaciones pacíficas la comunidad Franco Macorisana en la provincia Duarte condenó la puesta en libertad de una mujer señalada como quien asesinó en noviembre del 2009 a una estudiante de 20 años; un caso sin precedentes en ese municipio.
La decisión tomada por la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Judicial de San Francisco de Macorís, causó revuelo, ira e impotencia y este miércoles continuó el segundo día de vigilia donde empresarios, comerciantes, juntas de vecinos, asociaciones y sindicatos se unieron para condenar la decisión del pleno que ordenó la libertad, encabezado por el magistrado Aníbal Medrano.
Lohara Taveras Rosario, estudiante de Arquitectura de la Universidad Católica Nordestana, fue asesinada el cinco de noviembre del 2009 y su cadáver fue hallado al día siguiente en unos matorrales en la Carretera Las Cejas, envuelta en una lona que aunque formaba parte de la principal evidencia, desapareció sin explicaciones.
El caso, en el que la principal acusada es María Magdalena Marizán, alias Elena, ha sido empañado, según la familia, con el manto de la impunidad, que por demás, ha tenido precio.
En una autopsia practicada al cadáver de la estudiante de 20 años, se encontraron señales de arañazos de una mujer, que por las amenazas que Elena alegadamente hizo en numerosas ocasiones a la joven, se pudo establecer su participación en el crimen.
Los jueces avalaron la decisión en el entendido de que era ilegal mantener en prisión por más tiempo a la imputada, que cumplía medida de coerción por tres meses, tiempo que según ellos venció el 10 de marzo.
El Ministerio Público, demostró mediante documentos que antes del cumplirse los tres meses, depositó una instancia ante el Juzgado de la Instrucción, para lograr una revisión del caso y extender la medida, si fuere necesario. El Ministerio sostiene que en Mayo próximo es cuando vence el último plazo otorgado.
El ex fiscal de ese Distrito Judicial, Juan de Dios Rosario Santos, condenó la decisión de los jueces que considera se convierte en un caso sin precedentes y que causó dolor e ira en la población.
El Recurso de Hábeas Corpus se conoció en una primera instancia y un tribunal entendió que no procedía, pero nueva vez fue apelado y favoreció la petición de los abogados de la defensa.
Para la Fiscalía ha sido difícil manejar el caso en el plazo que se otorgó, que fue de tres meses, por lo que este jueves se espera que en audiencia se pueda declarar como ''caso complejo'' para que se pueda extender el tiempo de la investigación.
Allegados a la familia, aseguran que han sido sobornados para que callen. Y lejos de criticar lo benevolente del Código Procesal Penal, son los actores de la justicia los señalados en el caso.
El ex fiscal asegura que una jueza del Juzgado de la Instrucción que reenvía los casos empujada y manejada por las artimañas de muchos abogados que, como en el proceso actual, han utilizado excusas de enfermedad y otras indisposiciones para que las audiencias sean reenviadas, en aparente propósito de respaldar a la imputada.
Los lazos negros en señal de luto eran exhibidos en medio del dolor en las calles de San Francisco de Macorís, mientras este miércoles continuaban las vigilias, para exigir justicia y la seguridad con que no se cuenta.
La decisión tomada por la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Judicial de San Francisco de Macorís, causó revuelo, ira e impotencia y este miércoles continuó el segundo día de vigilia donde empresarios, comerciantes, juntas de vecinos, asociaciones y sindicatos se unieron para condenar la decisión del pleno que ordenó la libertad, encabezado por el magistrado Aníbal Medrano.
Lohara Taveras Rosario, estudiante de Arquitectura de la Universidad Católica Nordestana, fue asesinada el cinco de noviembre del 2009 y su cadáver fue hallado al día siguiente en unos matorrales en la Carretera Las Cejas, envuelta en una lona que aunque formaba parte de la principal evidencia, desapareció sin explicaciones.
El caso, en el que la principal acusada es María Magdalena Marizán, alias Elena, ha sido empañado, según la familia, con el manto de la impunidad, que por demás, ha tenido precio.
En una autopsia practicada al cadáver de la estudiante de 20 años, se encontraron señales de arañazos de una mujer, que por las amenazas que Elena alegadamente hizo en numerosas ocasiones a la joven, se pudo establecer su participación en el crimen.
Los jueces avalaron la decisión en el entendido de que era ilegal mantener en prisión por más tiempo a la imputada, que cumplía medida de coerción por tres meses, tiempo que según ellos venció el 10 de marzo.
El Ministerio Público, demostró mediante documentos que antes del cumplirse los tres meses, depositó una instancia ante el Juzgado de la Instrucción, para lograr una revisión del caso y extender la medida, si fuere necesario. El Ministerio sostiene que en Mayo próximo es cuando vence el último plazo otorgado.
El ex fiscal de ese Distrito Judicial, Juan de Dios Rosario Santos, condenó la decisión de los jueces que considera se convierte en un caso sin precedentes y que causó dolor e ira en la población.
El Recurso de Hábeas Corpus se conoció en una primera instancia y un tribunal entendió que no procedía, pero nueva vez fue apelado y favoreció la petición de los abogados de la defensa.
Para la Fiscalía ha sido difícil manejar el caso en el plazo que se otorgó, que fue de tres meses, por lo que este jueves se espera que en audiencia se pueda declarar como ''caso complejo'' para que se pueda extender el tiempo de la investigación.
Allegados a la familia, aseguran que han sido sobornados para que callen. Y lejos de criticar lo benevolente del Código Procesal Penal, son los actores de la justicia los señalados en el caso.
El ex fiscal asegura que una jueza del Juzgado de la Instrucción que reenvía los casos empujada y manejada por las artimañas de muchos abogados que, como en el proceso actual, han utilizado excusas de enfermedad y otras indisposiciones para que las audiencias sean reenviadas, en aparente propósito de respaldar a la imputada.
Los lazos negros en señal de luto eran exhibidos en medio del dolor en las calles de San Francisco de Macorís, mientras este miércoles continuaban las vigilias, para exigir justicia y la seguridad con que no se cuenta.
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